Escándalo en el Ministerio de Salud: Manuel Antonio Naranjo, el Nuevo Ministro con un Pasado Oscuro
La reciente designación de Manuel Antonio Naranjo como Ministro de Salud Pública ha desatado una ola de indignación y preocupación, debido a su historial de denuncias por abuso de autoridad y peculado. ¿Qué clase de políticos tenemos?
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6/27/20242 min read


La decisión del presidente Daniel Noboa de nombrar a Manuel Antonio Naranjo Paz y Miño como el nuevo Ministro de Salud Pública ha provocado una indignación generalizada. Naranjo, quien asumió el cargo el 18 de junio de 2024, tiene un historial preocupante lleno de denuncias que incluyen abuso de autoridad, peculado, apropiación ilícita y desobediencia. Esta designación pone en evidencia la alarmante falta de criterio y transparencia en la selección de funcionarios públicos en Ecuador.
El nuevo ministro, que previamente se desempeñaba como gerente del hospital de especialidades Axxis en Quito, llega en un momento crítico para el sistema de salud ecuatoriano. La Fiscalía General del Estado ya investiga a varios funcionarios del sector salud por su presunta participación en actividades delictivas como secuestro y extorsión. En medio de esta crisis, el nombramiento de un ministro con antecedentes tan cuestionables es visto como una afrenta a la ciudadanía y a los esfuerzos por mejorar la gestión pública.
Las numerosas denuncias contra Naranjo, muchas de las cuales han sido archivadas o sobreseídas, han levantado serias dudas sobre la eficacia y la integridad del sistema judicial ecuatoriano. La rapidez con la que se realizó su nombramiento, apenas cuatro días después de la renuncia de su predecesor, sugiere una decisión apresurada y falta de la debida diligencia. Esto ha generado un clamor popular por mayor transparencia y responsabilidad en la selección de altos cargos gubernamentales.
La indignación no solo se refleja en la ciudadanía, sino también en el sector profesional de la salud. "Es inaceptable que se nombre a una persona con tal historial para un cargo tan importante. ¿Dónde está el compromiso con la transparencia y la ética?", se lee en un comentario en redes sociales. Este sentimiento es compartido por muchos que ven en esta designación un claro reflejo de la decadencia política y la falta de responsabilidad en la gestión pública.
El contexto del estado de excepción decretado por Noboa para enfrentar la crisis de seguridad agrava aún más la situación. Este escenario de inestabilidad y desconfianza se ve exacerbado por la elección de un ministro cuya integridad está seriamente cuestionada, aumentando el malestar y la preocupación en la ciudadanía.
En resumen, la designación de Manuel Antonio Naranjo como Ministro de Salud no solo es un reflejo de la baja calidad de los políticos que ocupan cargos de alta responsabilidad en Ecuador, sino también una llamada de atención urgente para reformar los procesos de selección de funcionarios públicos. La ciudadanía exige respuestas claras y acciones concretas para asegurar que quienes dirigen las instituciones públicas sean personas de probada integridad y competencia, especialmente en sectores tan cruciales como la salud pública.
